La Seña – Villar del Arzobispo.

Si sois amantes de la arqueología podéis visitar La Seña, un asentamiento rural de época ibérica situado en Villar del Arzobispo (Valencia).

Se llega a La Seña desde la carretera CV-35 Valencia-Ademuz, desviándose por la VV-6125/CV-396 hacia Bugarra. No hay señalización en la carretera. Hay una zona de aparcamiento a la izquierda de la carretera, y se accede al yacimiento por una senda a la derecha de ésta. Es un yacimiento que se puede visitar libremente porque no está vallado.

La Seña es una aldea con dos niveles de ocupación superpuestos, un primer asentamiento de los siglos VI – V a.C. y un segundo poblado que estuvo habitado hasta principios del siglo II a.C.

Uno de los aspectos más interesantes de esta aldea es su ubicación en el llano, al pie de los campos de labor y con una pequeña laguna en su centro (hoy desaparecida), lo que denota la dedicación agraria de sus habitantes.

La muralla que rodeaba el poblado servía como pared trasera de las viviendas y protegía a la comunidad de los peligros externos. La organización interna se estructura a partir de una calle ancha con manzanas de casas a ambos lados. Las casas eran de una sola planta y algunas tenían patios con amplias entradas que daban a la calle para facilitar la circulación de carros. En las casas se vivía y se trabajaba.

Los ocupantes de La Seña realizaban labores agropecuarias y artesanales, tal y como demuestran los hallazgos de las semillas de los cultivos, los huesos de animales que formaban sus rebaños o las herramientas de trabajo. Una de estas estancias se ha interpretado como una almazara por el hallazgo de piedras de prensado y una cubeta enlucida para recoger el aceite. Esto nos indica la importancia de la explotación del olivo en esta comunidad.

El trabajo de estos campesinos estaba controlado por elites aristocráticas que poseían los equipamientos de trabajo y la tierra. Los excedentes obtenidos, en forma de tributo, se canalizaban hacia la ciudad ubicada en el Tossal de Sant Miquel (Llíria).

El hierro era de gran importancia para la elaboración de herramientas. En la Seña se han hallado grandes lingotes de hierro. La obtención del mineral, su reducción y circulación debieron estar estrictamente controlados por los grupos más poderosos.

Había enterramientos de neonatos bajo los suelos, lo que les otorgaba protección en el más allá.

La Seña fue incendiada y abandonada a principios del siglo II a.C. en un proceso relacionado con los cambios territoriales y políticos que llevaron a cabo los romanos durante la conquista de la península ibérica. Estos cambios afectaron a muchos asentamientos edetanos, desde la capital Edeta (Tossal de Sant Miquel, Llíria), hasta caseríos (Castellet de Bernabé, Llíria) o fortines (Puntal dels Llops, Olocau).

La Seña fue excavado por el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia entre 1985 y 1989. Es un Bien de Interés Cultural (BIC) protegido por la Ley de Patrimonio de la Comunidad Valenciana y forma parte de la Ruta dels Ibers a València.

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