Tossal de Manises – Alicante.

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EL Tossal de Manises es el origen de la ciudad romana de Lucentum, la antigua Alicante, desarrollada a partir de un asentamiento ibérico. Se sitúa en la parte superior de una colina junto al mar, que alcanza los 38 metros de altura, a 3,5 km. del centro de la ciudad moderna, en el barrio de La Albufereta.

En la actualidad conserva íntegra toda la superficie urbana, alrededor de 25.000 metros cuadrados, encorsetada por una muralla cuyo perímetro mide unos 600 metros aproximadamente.

De la época ibérica, siglo III a.C., existen construcciones adosadas a la muralla. Destaca una torre cuya parte inferior está dividida en tres cámaras. El piso superior albergaría catapultas. También aparece una habitación que contiene una cisterna. El agua caída en la cubierta de la torre se canalizaba mediante tuberías a este depósito. A la derecha de la torre existieron dos largas naves que debieron ser almacenes o talleres. A la izquierda otras dos construcciones. Una de ellas cuenta con varias habitaciones y dispone de un banco adosado a la pared y un hogar de forma circular donde se producía combustión. Se ha encontrado abundante material arqueológico entre el que destaca la cerámica ibérica decorada con motivos geométricos, vegetales, humanos y animales.

El trazado de la muralla más antigua es de finales del s. III a.C. Se trata de una potente fortificación dotada de grandes torres. Esta muralla fija definitivamente el perímetro de la ciudad.

A comienzos del s. I a.C. se construyó una nueva muralla adosada a la existente y reforzada con torres de sillares. Hacia el cambio de Era durante el mandato de Augusto, primer emperador romano, Lucentum adquiere el rango de municipium, por el cual pasa a gobernarse autónomamente con magistraturas e instituciones claramente romanas. La ciudad presenta durante el s. I d.C. un período de esplendor, ya que a las realizaciones anteriores se añaden la construcción de un nuevo espacio forense, dos edificios termales, la red de cloacas, la reforma de la puerta oriental, y el abatimiento de las murallas que impedían la expansión urbana, facilitando así el desarrollo de grandes viviendas y edificios públicos. Una inscripción informa también de la construcción de un templo financiado por un particular.

La puerta oriental probablemente fuera la puerta más importante de la ciudad debido a la mayor accesibilidad de la vertiente. Por este lugar discurría una vía de la cual quedan restos al pie del monte, que comunicaría con la Vía Augusta. Las transformaciones urbanas y defensivas procuraron sucesivas modificaciones del acceso al recinto amurallado.

En una fase previa, a finales del siglo III a.C., la puerta se encontraría más arriba. Son visibles, marcadas en la roca, las carriladas del camino que ascendería en Z adaptándose a la pendiente más suave. Este camino se corresponde con la primera muralla conocida dotada de grandes torres.

En la primera fase de la puerta oriental, a mediados del siglo I a.C., se produce una gran remodelación arquitectónica para defender mejor este acceso a la ciudad. Se construye un bastión, una nueva torre y un tramo de muralla curvilínea.

En la última fase de esta puerta, a principios del siglo I d.C., se creó una calle cuyo pavimento de tierra compactada quedaba más alto que el de la fase anterior y su pendiente era más suave. La puerta tenía umbral de piedra, en el que se conserva la entalladura para el paso de los carros. La anchura del vano quedaría en 2,70 m. y el cierre sería en doble hoja de madera.

Uno de los recursos ornamentales más característicos del mundo romano es la pavimentación de estancias con mosaicos realizados con distintas técnicas y formando dibujos geométricos o figurados.

La calle de Popilio fue una de las arterias principales de la ciudad romana porque en ella se construyeron tiendas, edificios públicos (termas), y alcantarillado en alguno de sus tramos.

Para la construcción de las termas fue necesario el derribo de un tramo de la muralla. Las termas conjugaban baños fríos y calientes con masajes, ejercicios físicos, y a veces, actividades de ocio, que hacían de estos edificios centros de reunión social. En las termas los clientes entraban al vestuario, donde se desnudaban y después pasaban al caldarium, la sala más caliente, a través de una sala fría (frigidarium) y otra templada (tepidarium).

En las termas el horno funcionaba mediante la combustión de leña, y cumplía una doble función: calentar el agua para la bañera y caldear los pisos de algunas dependencias. El agua para calentar la bañera era canalizada desde la caldera, situada encima de la boca del horno, a través de una cañería que atravesaba el muro divisorio. Los pisos del caldarium y el tepidarium estaban sostenidos por pilares de ladrillos entre los que circulaba el aire caliente movido por el efecto chimenea.

A partir de finales del s. I d.C. comienza un período de decadencia que dará lugar en el s. III d.C. a la práctica despoblación.

El yacimiento de la ciudad Romana de Lucentum fue inaugurado el 30 de julio de 1998.

Es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Comunidad Valenciana, una de sus pocas ciudades romanas conocidas en profundidad, siendo declarado Monumento Histórico-Artístico en 1961.

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